martes, 12 de octubre de 2010

que dificil es ser el elegido


El otro día estabamos mi hermano Teo y yo tomando una coke en la cafetería,cuando de repente apareció el innombrable, el amigo de los caballos. Cómo es común, se metió en la conversación ya que a él le gusta mezclarse con los inferiores puesto que así su superioridad es mayor. Cual fue su asombro cuando vio que la conversacion se centraba sobre boxeo, deporte que tanto teo como yo practicamos.

En ese momento, sus ojos cambiaron mostrando los abismos de su alma, comprendió que aunque quisiera ponerse con nosotros y ser empático, el estaba a años luz. Cuando le hablábamos su jeto mostraba el desprecio y sobre todo, añoraba encontrar alguna neurona espejo con la que secretar la empatía suficiente con la que sortear este dificil moneto social. La encontró, y por ello dijo que el también hacia un deporte de contacto jugando al paddel, pero tanto nosotros como él sabiamos que el abismo estaba tendido. Me sentia como aquel hermano negro que contaba a su amo-wasa sus ritos de iniciación y este le miraba con la condescendencia propia del que se sabe superior.

Cuanta soledad hay en la cumbre

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