
Hasta hace una hora nunca había sabido lo solo que estaba en esta vida...estoy deprimido y no creo que me queden ganas de ver la novela de después de comer...amar en tiempos revueltos...tengo los huevos revuletos de pnsar en las heces rosadas de la compañera...la mafia hace unas pizzas que te cagas,pero no en rosa sino con color de cuatro quesos...mis camaradas me dan la espalda y no se hace nada,alguien debería luchar contra ello,ojalá existiera la figura de un compañero que peleara por tus derechos...en fin...mi cuerpo pide tierra.
No estás solo aún. Espera a ver cómo te sientes cuando te manden a algún pueblo de la Alcarria y puedas disfrutas de la compañía de Rudolf en los claustros...
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